Me bañé, usé un rato la computadora, y me vestí.
A la hora de calzarme, pensé, miré por la ventana, ví un día soleado, y me dije: -Hoy va a llover.
Usé mis botas-borcegos, salí a la estación, para visitar a mi abuela. Ella se río de mí atuendo 'veraniego', y yo le afirmé que era por la lluvia.
Lo mismo pasó cuando me encontré a Joaquín.
Pero alrededor de las 19.30 am, luego de ocho horas y media de uso, las botas sobrevivieron el diluvio que cayó. Y así, una vez más, mis pies quedaron intactos.
Sencilleces que a mí me gusta remarcar.
Muy precavido xDD
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